La Casa del Infinito
- Alberto Campo Baeza
- 8 ene 2016
- 3 Min. de lectura

Arquitectos: Alberto Campo Baeza
Localización: Cádiz, España
Superficie: 900,0 m²
Proyecto Año: 2014
Fotografías: Javier Callejas Sevilla

En un lugar maravilloso como un pedazo de paraíso terrenal, en Cádiz, hemos construido un plano infinito con vistas al mar infinito, la casa más radical que jamás hemos hecho. En el mismo borde de las aguas del Océano Atlántico, donde el mar se une a lo nuevo y lo viejo continente, surge una plataforma de piedra. En el lugar donde todos los barcos del Mediterráneo utilizan para pasar y se dirigen hacia el Atlántico.

No hemos construido una casa como si fuera un muelle frente al mar. Una casa que es un podio coronado por un plano horizontal superior. En este plano rotundamente horizontal, desnuda y despojada, nos enfrentamos a el lejano horizonte trazado por el mar donde se pone el sol. Un plano horizontal a lo alto construido en piedra, mármol travertino romano, como si fuera arena, un plano infinito con vistas al mar infinito. Nada más y nada menos.

Para materializar este plano horizontal elevada, que es la principal sala de estar de la casa, construimos una caja grande con 20 metros de frente y 36 metros de profundidad. Y bajo esos primeros 12 metros excavamos dos plantas en la roca sólida para desarrollar todo el espacio de vida.

Los romanos estaban allí hace un puñado de siglos. Bolonia, las ruinas de las fábricas pesqueras romanas donde se producen garum y construyeron templos a sus dioses, es sólo un tiro de piedra. En su honor, hemos construido nuestra casa, como una acrópolis en piedra, de mármol travertino romano.

Para dar más fuerza a la plataforma incorporamos todo el terreno ya en la pared de entrada que nos separa de la calle, también realizado en travertino romano. Una vez dentro de la pared, la entrada de la casa va a ser a través de una "trinchera" en forma de escaleras excavadas en la superficie superior de la plataforma.

Un poeta griego, dijo que este es un verdadero temenos, un lugar de encuentro, donde según la mitología, los humanos y los dioses se unen.

En la plataforma de piedra desnuda, tres paredes que nos rodean y nos protegen de los fuertes vientos reinantes. A veces es como si alguien hubiera abierto la bolsa que contiene los vientos de Eolo. Los mismos vientos que llevaron a bordo del buque en el que Ulises hizo su viaje a casa.
Hay un precioso grabado de Rembrandt de 1655, "Cristo presentó ante el Pueblo", que siempre me ha fascinado. En ella, Rembrandt dibuja una línea recta horizontal.Perfectamente rectos y perfectamente horizontal. Es la frontera de la tarima de gran alcance, el podio sobre el que la escena tiene lugar. Allí, como Mies hizo tan a menudo, que ha hecho que el avión en una línea. Estoy seguro de que Rembrandt y Mies quisieran nuestra casa podio, todo podio, único podio. Como lo haría Adalberto Libera, que hizo lo mismo cuando construyó su casa Malaparte en Capri. Y nos guste demasiado. Y cuando nos fijamos en nuestra casa de la playa, se nos recordará de todas ellas.

Queríamos que esta casa sea capaz no sólo de lo que el tiempo se detenga, pero permanezca en las mentes y los corazones de casa humankind.The del infinito.
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